Tras el devastador terremoto del 11 de marzo, Japón plantea que su economía se encontrará por un largo tiempo en un estado delicado, sugiriendo que el banco central podría ser un poco más pesimista durante su próximo encuentro monetario.
Actualmente, el Gobierno dejó sin cambios su evaluación del estado de la economía en un informe mensual de esta semana aunque dio lugar a estimar que el daño directo por el terremoto y el tsunami estaría valuándose en 310,000 millones de dólares.
Aunque aún no tenemos noticias sobre si el banco central anunciaría nuevas medidas de alivio monetario en la junta del 6 y 7 de abril, se mostró un gran daño sobre la ya frágil economía.
Durante la semana anterior, el Banco de Japón flexibilizó su política monetaria y aplicó su postura a prepararse para actuar nuevamente tras analizar los datos sobre el daño del terremoto a la economía.
Los cortes de energía alteraron la producción industrial, y ante ello, se debe tener una visión más cauta sobre la economía a la hora de hablar de efectos de recuperación.
Los encuentros, como bien dijimos, se celebrará los días 6, 7 y 28 de abril. Allí se publicarán las proyecciones económicas de largo plazo, donde existe alta posibilidad de un nuevo alivio de la política monetaria.
Por otra parte, los expertos estiman que la economía japonesa se contraerá durante el trimestre abril-junio en un 1.4% anualizado. A fines de 2011, se espera una caída anual de 10%.
En cuanto al Gobierno, se encontraba verificando y estudiando los elementos del presupuesto que son susceptibles de ser modificados para financiar la reconstrucción sin afectar la vida cotidiana de la población. En este sentido, parece ser que 200,000 millones de yenes (2,470 millones de dólares) en fondos de reserva del presupuesto 2010/11 y más de 1 billón de yenes en reservas del presupuesto 2001/12 darían financiamiento de corto plazo a una serie de medidas para apoyar a los sobrevivientes.